El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este miércoles una orden ejecutiva obligando a todos los departamentos y agencias que emprendan programas dirigidos a personas migrantes en situación irregular a que tomen «medidas correctivas» para asegurar que los fondos públicos «no se utilizan para apoyar políticas» dirigidas a la «inmigración ilegal».
El decreto tiene como finalidad «evitar» que los contribuyentes, con sus impuestos, «actúen como un imán y alimenten la inmigración ilegal a Estados Unidos» y «asegurar que no se concedan prestaciones financiadas por los contribuyentes a extranjeros no cualificados», se lee en el texto.
La Casa Blanca ha ordenado al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), a presentar, en un plazo de un mes, una lista con «todas las demás fuentes de financiación federal para extranjeros» en situación irregular así como una serie de recomendaciones para que las agencias puedan «alinear» sus gastos con este decreto.
Por último, el escrito arremete contra el predecesor de Trump, Joe Biden, denunciando que durante su mandato hubo un «gasto indebido de importantes recursos de los contribuyentes».